Una barriada de casas en torno a un patio central. Una comunidad de vecinos. Una casa de menos de cuarenta metros cuadrados donde viven al menos cuatro personas, si no más. Dos habitaciones, una pequeña sala de estar y una cocina minúscula. Dos baños comunitarios en el patio. Sin electricidad. Sin agua corriente. Sin comodidades. En precarias condiciones higiénicas, de salubridad y habitabilidad. Desde casa hasta el trabajo hay que atravesar andando media ciudad, pues viven junto a la playa y trabajan en El Llano o La Calzada. Ellos trabajan en las proliferantes fábricas, ellas en las casas de la clase media que viven en la calle de al lado. El sueldo da para pagar el techo y poco más. Así es como vivían los habitantes de la Ciudadela de Celestino González Solar, también llamada La Garita o la Ciudadela de Capua, construida en 1878 por el indiano Celestino González Solar en un terreno junto al Arenal de San Lorenzo. La ciudadela se encuentra oculta entre las calles Ezcurdia, Capua, ...