Los tranvías de la Compañía de Tranvías de Gijón circularon entre 1890 y 1964 cuando fueron sustituidos por los autobuses, siendo los mejores años los de la década de los cuarenta, cuando los tranvías gijoneses llegaron a trasladar a casi quince millones de viajeros al año.
"Entre 1890 y 1905 quedan establecidos los tres ejes básicos de la red de tranvía, a saber: la línea pionera de Gijón - La Guía en 1890, ampliada un año más tarde hasta Villamanín; la línea Gijón - Natahoyo (1895), prolongada en 1900 hasta La Calzada; y la línea del Llano, abierta al tráfico en 1905. En esta última fecha puede considerarse cerrado el periodo de formación de la red, porque aunque la línea de La Calzada fue ampliada en 1912 hasta El Musel, y más adelante se establecieron algunos ramales secundarios, no se abrió ninguna otra línea nueva". Fuente: ALVARGONZÁLEZ, Ramón, "Tranvías y espacio urbano (1889-1963)", Eria, 1985, p. 138.
Las tres líneas formaban una red radial de, aproximadamente, 9 kilómetros de longitud.
Trazado de la línea de Somió. Imagen: ALVARGONZÁLEZ, Ramón, "Tranvías y espacio urbano (1889-1963)", Eria, 1985, p. 138.
Tranvía eléctrico nº 16 de la línea de Somió en Villamanín (Somió). Imagen: http://gijonenelrecuerdo.blogspot.com.es/2010/12/los-tranvias-de-gijon.html?m=1
Trazado de la línea La Calzada - El Musel. Imagen: ALVARGONZÁLEZ, Ramón, "Tranvías y espacio urbano (1889-1963)", Eria, 1985, p. 141.
Tranvía eléctrico nº 25 de la línea La Calzada - El Musel. Imagen: http://gijonenelrecuerdo.elcomercio.es/2016/04/los-tranvias-de-gijon.html
Trazado de la línea de El Llano. Imagen: ALVARGONZÁLEZ, Ramón, "Tranvías y espacio urbano (1889-1963)", Eria, 1985, p. 142.
Tranvía eléctrico nº 45 de la línea de El Llano. Imagen: http://gijonenelrecuerdo.elcomercio.es/2016/04/los-tranvias-de-gijon.html
Al principio los tranvías tenían tracción de sangre, mediante mulas. Fue en 1909 cuando comenzó la tracción eléctrica, cuya instalación fue llevada a cabo por la sociedad belga Compagnie d'Electricité Thomson Houston de la Mediterranée y el suministro por la Compañía Popular de Gas y Electricidad desde la fábrica que se encontraba ubicada en la calle Ezcurdia (actual Parque de la Fábrica de Gas).
"La línea terrestre apenas sufrió cambios, si acaso una revisión de las uniones de los carriles para evitar las pérdidas de energía. La línea aérea instalada era de doble hilo de contacto, y para su tendido se utilizaron columnas tubulares "Mannesman" y columnas de hierro forjado en forma de T de 9 m. en la zona urbana, y postes de madera de castaño de idéntica longitud en los recorridos más o menos rurales de la red.
Por lo que se refiere al material móvil, se introdujeron 18 coches - motores Thomson Houston, con trole de pértiga deslizante a través de polea, dotados cada uno de dos motores eléctricos de 26 CV. Eran de dos ejes y tenían otras tantas plataformas abiertas de frente curvo; su cabida alcanzaba las 45 plazas con 30 asientos corridos longitudinales en el interior, paralelos al sentido de la marcha. Como material móvil de refuerzo se utilizaron los antiguos carruajes de mulas, que vinieron a servir como remolques". Fuente: ALVARGONZÁLEZ, Ramón, "Tranvías y espacio urbano en Gijón (1889-1963)", Eria, 1985, p. 157.
Según el Reglamento para la Explotación y Policía de los Tranvías de Gijón, los coches no podían llevar más de dos remolques y debían circular a un máximo de 20 km/h. Asimismo, los usuarios debían subir por la plataforma posterior y bajar por la anterior, no podían comer, beber, escupir, fumar, portar bultos o animales, acceder a los vehículos si estaban ebrios, ni pasar de un coche a otro mientras estaba en movimiento.
Las primeras cocheras de los tranvías se instalaron frente a la plaza de toros y, tras la ampliación de las mismas, se ubicaron en el cruce de la Avenida Pablo Iglesias, la Avenida de la Costa y la Avenida Castilla, donde actualmente se encuentra el Parque Cocheras. Fueron demolidas en los años setenta.
"La línea terrestre apenas sufrió cambios, si acaso una revisión de las uniones de los carriles para evitar las pérdidas de energía. La línea aérea instalada era de doble hilo de contacto, y para su tendido se utilizaron columnas tubulares "Mannesman" y columnas de hierro forjado en forma de T de 9 m. en la zona urbana, y postes de madera de castaño de idéntica longitud en los recorridos más o menos rurales de la red.
Por lo que se refiere al material móvil, se introdujeron 18 coches - motores Thomson Houston, con trole de pértiga deslizante a través de polea, dotados cada uno de dos motores eléctricos de 26 CV. Eran de dos ejes y tenían otras tantas plataformas abiertas de frente curvo; su cabida alcanzaba las 45 plazas con 30 asientos corridos longitudinales en el interior, paralelos al sentido de la marcha. Como material móvil de refuerzo se utilizaron los antiguos carruajes de mulas, que vinieron a servir como remolques". Fuente: ALVARGONZÁLEZ, Ramón, "Tranvías y espacio urbano en Gijón (1889-1963)", Eria, 1985, p. 157.
Tranvía de mulas en la Calle Pí i Margall (actual Calle Los Moros). Imagen: http://gijonenelrecuerdo.blogspot.com.es/2010/12/los-tranvias-de-gijon.html?m=1
Tranvía eléctrico en la Calle Pí i Margall (actual Calle Los Moros). Imagen: GARCÍA, Eduardo, Horizontes Humanos. Ocho décadas de fotografía, Biblioteca Gijonesa del Siglo XX, G.E.A. Distribuciones Gráficas 2000, S.L., Gijón, 1999, p. 41.
Tranvía de mulas en la parada de la Plaza San Miguel. Imagen: ALVARGONZÁLEZ, Ramón, "Tranvías y espacio urbano en Gijón (1889-1963)", Eria, 1985, p. 139.
Tranvía eléctrico en la parada de la Plaza San Miguel. Imagen: Fondo Miguel Diago Arcusa.
Según el Reglamento para la Explotación y Policía de los Tranvías de Gijón, los coches no podían llevar más de dos remolques y debían circular a un máximo de 20 km/h. Asimismo, los usuarios debían subir por la plataforma posterior y bajar por la anterior, no podían comer, beber, escupir, fumar, portar bultos o animales, acceder a los vehículos si estaban ebrios, ni pasar de un coche a otro mientras estaba en movimiento.
Las primeras cocheras de los tranvías se instalaron frente a la plaza de toros y, tras la ampliación de las mismas, se ubicaron en el cruce de la Avenida Pablo Iglesias, la Avenida de la Costa y la Avenida Castilla, donde actualmente se encuentra el Parque Cocheras. Fueron demolidas en los años setenta.
Apartadero junto a la plaza de toros. Imagen: La Nueva España.
Parque Cocheras (2013). Imagen: http://www.verpueblos.com/asturias/asturias/gijon/foto/893503/
Se conserva un tranvía restaurado en el Museo del Ferrocarril de Asturias (Gijón).
Fuente:
- ALVARGONZÁLEZ, Ramón, "Tranvías y espacio urbano en Gijón (1889-1963", Eria, 1985, pp. 131-187. Disponible online en: http://www.unioviedo.es/reunido/index.php/RCG/article/viewFile/904/834
Más información:
- CEINOS, J.M., "El último tranvía", La Nueva España, 2-V-10: http://www.lne.es/gijon/2010/05/02/ultimo-tranvia/909270.html
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