Ir al contenido principal

Fábrica de Gas y Electricidad de Oviedo

La Fábrica de Gas y Electricidad de Oviedo ocupa la manzana entre las calles Paraíso, Postigo Bajo y Azcárraga, por fuera de la muralla medieval que encierra el casco antiguo de la capital asturiana. En la calle Paraíso contrastan el Oviedo medieval, con la muralla a un lado, y moderno, con la fábrica al otro.


Calle Paraíso. Imagen: Google Maps

Aunque las primeras construcciones de la instalación comenzaron a funcionar en los años cincuenta del siglo XIX, la mayor parte de ellas no se conservan sino que son de la década de los treinta del siglo XX.


Distribución de la fábrica de gas y electricidad del Postigo Bajo en 1899, con sala de hornos, gasómetros y talleres de fabricación de yeso entre otras dependencias. Imagen: GONZÁLEZ ROMERO, José Fernando, Arquitectura industrial de Oviedo y su área de influencia. Una realidad dúplice, Trea, 2011, p.66

Vista aérea de la fábrica en la actualidad (a la derecha de la imagen). Imagen: Google Maps


La fábrica ovetense se dedicaba principalmente a la producción de gas y electricidad para su posterior suministro a la ciudad y a otras fábricas de su entorno, aunque también se encargaba del suministro de agua de la ciudad y de la fabricación de coque, yeso y cal.
"De la planta de fabricación de gas se destacaban los tres gasómetros de 1.500, 400 y 360 metros cúbicos de capacidad, las carboneras, almacenes y cargaderos de coque, los condensadores multitubulares y por choque; los lavadores de naftalina y amoniaco, los contadores de fabricación y los reguladores de emisión, cisternas de alquitrán y aguas amoniacales, el taller de gasistas y el laboratorio, entre otros elementos.
En la planta de electricidad se encontraban la central térmica de reserva, con el departamento de calderas generadoras de vapor, la balsa de condensación y el taller de reparación de transformadores. Finalmente, los locales destinados a las atenciones generales abarcaban oficinas, almacenes, garajes y servicios médicos entre otras dependencias". Fuente: GONZÁLEZ ROMERO, José Fernando, Arquitectura industrial de Oviedo y su área de influencia. Una realidad dúplice, Trea, 2011, p. 69.

De los tres gasómetros, actualmente sólo se conserva el más grande, construido entre 1958 y 1961. Su estructura metálica se dibuja en el perfil de la ciudad y compite en belleza con la torre de la catedral.




Vistas del gasómetro desde la calle Postigo Bajo

Convivencia entre gasómetro y catedral. Imagen: La Nueva España (https://www.lne.es/oviedo/2009/07/19/gasometro-abre-casco-antiguo/783991.html)

Gracias al auge de la valoración del patrimonio industrial en los últimos años y a los movimientos ciudadanos o de organizaciones culturales/patrimoniales, esta estructura aún se mantiene en pie. Por ejemplo, las Jornadas de Patrimonio Histórico Industrial de Asturias, puestas en marcha en 2016 por los Ayuntamientos de Mieres, Langreo y Oviedo, tienen como imagen la silueta del gasómetro de Oviedo, junto a la casa de máquinas del Pozo San Luis del Ecomuseo Minero Valle de Samuño (Langreo) y el Pozo Barredo (Mieres).

Logo de las Jornadas de Patrimonio Histórico Industrial de Asturias. Imagen: Jornadas de Patrimonio Histórico Industrial de Asturias (http://www.jornadaspatrimonioindustrial.es/)


Otros elementos de importancia de la fábrica son algunos de los edificios del interior y las fachadas de las calles Paraíso y Postigo Bajo.
"En la fachada que mira a la calle del Paraíso, con su piel de cerámica de azulados reflejos metálicos, el arquitecto Francisco Casariego realizó el acceso principal a la fábrica, coronado por el vistoso rótulo de su razón social, que obedecía a un estilo regionalista. Su estructura pétrea permitía el paso holgado de vehículos y trabajadores.
El arquitecto y pintor Joaquín Vaquero Palacios (1900-1998) proyectó el edificio de oficinas (1933) y la casa del director (1935): ojos de buey, ventanas corridas, huecos de recortes libres, vierteaguas y cornisas minimalistas, cuerpos en voladizo y quebrados, barandillas metálicas y pérgolas de coronamiento son algunas de las características de la arquitectura sin estilos, que es como se denominaba en su época a la arquitectura racionalista.
El interior del recinto todavía nos reserva dos sorpresas. En primer lugar, el edificio de usos múltiples (1933), también de Vaquero Palacios, que reaprovecha los arcos de piedra derribados en la plaza de la catedral, además de utilizar el más ortodoxo racionalismo a base de líneas y superficies que se curan, ventanas corridas, viseras y barandillas de ecos navales. En segundo lugar, el almacén de carbón, atribuido al ingeniero Ildefonso Sánchez del Río, que en sus estructuras vistas de hormigón o la escalera aérea en espiral se anticipa al brutalismo". Fuente: GONZÁLEZ ROMERO, José Fernando, Arquitectura industrial de Oviedo y su área de influencia. Una realidad dúplice, Trea, 2011, pp. 69-70.

Entrada principal en la calle Paraíso

La sala de máquinas y calderas (calle Postigo Bajo) presenta una fachada dividida en tres cuerpos con ventanales semicirculares. Aquí puede verse la placa de la SPO, Sociedad Popular Ovetense, sociedad encargada del suministro de gas y electricidad y fundada en 1899.

Sala de máquinas y calderas para producción de electricidad en la calle Postigo Bajo

Placa en azulejo de la SPO, Sociedad Popular Ovetense, en la fachada de la sala de máquinas y calderas


La fábrica echó el cierre hace ya treinta y cuatro años, en julio de 1985. Desde entonces, su propietaria, Hidroeléctrica del Cantábrico, ahora EDP, ha pretendido vender parte de los terrenos para construir viviendas, pero, por suerte, este proyecto nunca se aceptó.
Sin embargo, las instalaciones llevan más de tres décadas abandonadas, a pesar de los intentos de la ciudadanía por que este bien industrial se pusiera en valor y alcanzara el máximo nivel de protección patrimonial (Bien de Interés Cultural). De hecho, en 2001 se abrió el expediente para estudiarlo, pero nunca vio la luz.

Según la base de datos de patrimonio industrial del Principado de Asturias, la fábrica de gas y electricidad tiene protección por estar incluida en el Catálogo Urbanístico de Oviedo, aunque este tipo de protección es la más baja de todas a las que puede optar y no le libra de desaparecer con el tiempo. Los edificios protegidos son: la marquesina, el depósito de agua, el horno, la escalera de caracol (todos ellos obra de Ildefonso Sánchez del Río), el edificio que da a la calle Paraíso (obra de Joaquín Vaquero Palacios),  el edificio de la puerta de entrada a la fábrica, el pabellón de servicios, el gasómetro, la chimenea troncocónica y la antigua fábrica de electricidad que da a la calle Postigo Bajo.
Podéis ver esta información en: https://www.asturias.es/webasturias/GOBIERNO/ACTUALIDAD/pdfs/2016/2016_11_28_base_de_datos_patrimonio_industrial.pdf

Las asociaciones de vecinos de la zona, así como especialistas y agrupaciones de patrimonio industrial defienden la reutilización/reconversión y la devolución de estas instalaciones y sus terrenos a la ciudad para poder incluirla en la misma y que sea parte activa de la vida diaria. Un ejemplo paradigmático en el que poder mirarse es el proyecto de los cuatro gasómetros de Viena, restaurados y convertidos en viviendas, oficinas, tiendas y zonas de ocio.



Gasómetros de Viena. Imagen: Twisted Sifter (https://twistedsifter.com/2009/10/gasometers-of-vienna/)

Interior de uno de los gasómetros de Viena. Imagen: Twisted Sifter (https://twistedsifter.com/2009/10/gasometers-of-vienna/)


Fuentes:
  • GONZÁLEZ ROMERO, José Fernando, Arquitectura industrial de Oviedo y su área de influencia. Una realidad dúplice, Trea, 2011.

Más información (las noticias aparecen por orden cronológico):

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los movimientos migratorios durante la Revolución Industrial

Movimientos migratorios durante la Revolución Industrial. Imagen:  https://sites.google.com/site/enclasedehistoria/temas-de-historia/la-revolucion-industrial/mapas-sobre-la-revolucion-industrial Este mapa representa los movimientos migratorios de Europa relacionados con los cambios demográficos debido a la Revolución Industrial. Hay dos períodos: Antes de 1890: Los habitantes de Noruega, Suecia, Dinamarca y Alemania se dirigían a la costa este de Estados Unidos. Los británicos iban hacia Estados Unidos, el sur de África, la India, Australia y Nueva Zelanda. Los franceses se encaminaban hacia la costa norte de África, a Argelia. Después de 1890: Los eslavos iban hacia Siberia. Los italianos se dirigían a Estados Unidos y el sur de Sudamérica. Los españoles, hacia el sur de Sudamérica y el Caribe. Los portugueses, hacia Brasil. A lo largo de la historia se han producido movimientos migratorios, sobre todo por causas laborales, dentro de un mismo país o a

La industrialización en Asturias

El advenimiento de la contemporaneidad. Los intentos modernizadores del reformismo ilustrado se vieron bruscamente interrumpidos por un largo periodo de recesión económica, que se inició con el estallido de la guerra de la independencia en 1808 y se prolongó hasta la segunda mitad del siglo XIX. Fueron décadas de enfrentamientos civiles: primero entre los patriotas, franceses y afrancesados; más tarde, entre las distintas facciones del absolutismo; finalmente, las guerras carlistas. No fueron años fáciles para el lanzamiento de la economía y la industrialización. Con el afianzamiento de la burguesía liberal en 1833, Oviedo se constituyó como capital administrativa de la provincia homónima. A partir de entonces se reafirmó en sus funciones de capital política, administrativa, religiosa y cultural. Como centro de marcado carácter residencial y burocrático, sus necesidades de abastecimiento y comercio impulsaron su dimensión industrial. En 1844 renacieron las antiguas fábricas de a

La industria conservera de Candás

La naturaleza costera de Asturias está ligada a su tradición pesquera. Los métodos de conservación del pescado más utilizados han sido la salazón, el escabeche  y el enlatado; el primero es una práctica milenaria y emplea la sal para deshidratar el alimento, el segundo, sumerge el alimento en vinagre , y el último,  surgió en el siglo XIX con la industria conservera. En la historia de la conserva asturiana son importantes dos momentos: en 1810 Peter Durand crea el envase metálico y hacia 1885 los empresarios italianos, interesados en la anchoa del Cantábrico, empiezan a tener relación con las conserveras del norte del país. La primera fábrica de conservas de España,  que exportaba frutos y pescados envasados en barricas de madera y botellas de cristal, s e  abrió en Gijón en 1828 por el empresario Francisco Antonio Alvargonzález y Zarracina. Uno de sus hijos, Mateo,  fue  el primer conservero que utilizó el envase de hojalata. La tradición conservera de Candás viene de las bo