Norte y Sur es una novela escrita por Elizabeth Gaskell (Londres, 1810-Holybourne, 1865) que fue adaptada a la televisión en una serie de cuatro episodios, emitida en la BBC en 1975 y 2004.
La novela se publicó en veintidós entregas semanales, entre septiembre de 1854 y enero de 1855, en la revista Household Words. Esta novela puede ser un reflejo de la vida de la autora, ya que al fallecer su madre, fue educada por una tía en el pueblecito de Knutsford. En 1832 contrajo matrimonio con William Gaskell, ministro de la Iglesia unitaria inglesa, y la pareja se estableció en Manchester, en los inicios de la Revolución Industrial.
Las novelas de Elizabeth Gaskell pertenecen a la literatura victoriana. En el siglo XIX, "el papel de mujeres escritoras de la talla de Jane Austen, las hermanas Brontë, Elizabeth Gaskell, George Elliot y Virginia Woolf es a día de hoy indiscutible, no solamente por su aportación a la novela inglesa en el sentido más amplio, sino por su papel relevante como feministas en tanto en cuanto "historiadoras de la mujer", es decir, escritoras conscientes de su naturaleza femenina y que se ocupan de explorar el universo femenino en su producción literaria, ofreciendo al lector una representación de la diferencia que pone de relieve la construcción cultural de la mujer en la cultura anglosajona a lo largo del siglo XIX". (Fuente: MOYA, Ana, “Historia(s) de la diferencia: la novela inglesa de mujeres en el siglo XIX", Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea, t. 23, 2011, p. 22).
Elizabeth Gaskell plasma en su novela Norte y Sur la sociedad de su época: la Inglaterra de mediados del siglo XIX. La autora vivió en la época victoriana y ésta queda reflejada en su obra, no sólo por el modo de vida de las diferentes clases sociales, sino también por la pujante industria que estaba surgiendo en aquel momento.
Por una parte, puede identificarse el contexto de la Revolución Industrial en el que se mueven los personajes, sobre todo desde que la familia Hale se traslada de Helstone (Inglaterra), en el Sur, a Milton (Escocia), en el Norte. Los prados verdes, las flores, la tranquilidad y el aire puro que se respira en el Sur contrasta brutalmente con la ciudad escocesa, que es gris, sucia y está repleta de chimeneas y humo de las fábricas que están instaladas allí: "Varias millas antes de llegar a Milton vieron una nube plomiza en el horizonte, en la dirección en que quedaba la ciudad. Parecía más oscura por el contraste con el pálido tono gris azulado del cielo invernal; pues en Heston ya habían llegado los primeros indicios de hielo. Más cerca de la ciudad, el aire tenía gusto y sabor a humo. Tal vez, en realidad, fuera más la ausencia de la fragancia de la hierba y la vegetación que gusto y olor verdaderos. Pasaron rápidamente por largas calles rectas y desangeladas, con casas construidas regularmente, todas bajas y de ladrillo. La mole rectangular de una fábrica con muchas ventanas se alzaba aquí y allá como una gallina entre sus polluelos, lanzando un humo negro "antiparlamentario" que explicaba con creces la nube que Margaret había tomado por presagio de lluvia" (Fuente: GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, pp. 80-81).
La novela refleja a la perfección la época de la Revolución Industrial, surgida a mediados del siglo XVIII en Inglaterra y que tuvo su máximo esplendor en la primera mitad del siglo XIX, desarrollándose poco a poco en otros países europeos. La Revolución Industrial supuso el cambio de una sociedad agrícola y rural a otra industrial y urbana, pasando del trabajo manual al mecanizado. Continuamente aparecen referencias a las fábricas, la contaminación y la lucha entre patronos y trabajadores.
En el caso concreto de Inglaterra, las primeras fábricas que empezaron a funcionar fueron las de la industria textil, como Marlborough Mills, la empresa de John Thornton. En la novela hay varios momentos que se desarrollan en torno a la fábrica, pero es en la serie donde se ve perfectamente la ambientación de la misma: el funcionamiento y el sonido de las máquinas, la cadena de trabajo y la atmósfera de la fábrica con los fragmentos de algodón flotando en el aire.
Un tema que ocupa gran parte del argumento de la novela y la serie son las diferencias entre patronos y obreros y quedan evidenciadas ambas posiciones con respecto a los problemas que surgen del trabajo diario. Las dos posturas con respecto a dichos problemas quedan patentes en el enfrentamiento de dos personajes: John Thornton y Nicholas Higgins.
El sindicato de Milton convoca una huelga encabezada por Higgins, que también afecta a Marlborough Mills; el objetivo principal de los trabajadores es conseguir un aumento del 5% en sus salarios, todo se complica cuando John Thornton decide contratar a trabajadores irlandeses para cubrir los puestos de su fábrica: "[...] si la huelga se prolongaba, acabaría obligando a los patronos a contratar obreros de fuera, siempre que el resultado final no fuese, como tantas otras veces, la invención de alguna máquina que permitiera prescindir de los obreros" (Fuente: GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, p. 203); "Tal vez sepa que mi hermano ha importado trabajadores de Irlanda y eso ha irritado a la gente de Milton exageradamente, como si él no tuviera derecho a conseguir obreros donde pueda; y los estúpidos desgraciados de aquí ya no trabajan para él. Y ahora han asustado tanto con sus amenazas a estos pobres irlandeses muertos de hambre que no nos atrevemos a dejarlos salir" (Fuente: GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, p. 222).
También se hace referencia al trabajo infantil y las enfermedades profesionales mediante la figura de Bessy Higgins, que se encuentra enferma con una fuerte tos producida por lo que llaman "pelusa": "Empecé a trabajar en la sala de cardado poco después, y la pelusa se me metió en los pulmones y me envenenó. [...] Trocitos pequeños que se sueltan del algodón cuando lo cardan y llenan el aire hasta que parece polvo blanco fino. Dicen que rodea los pulmones y los exprime. El caso es que hay muchos que trabajan en la sala de cardado que se consumen, tosiendo y escupiendo sangre porque están intoxicados por la pelusa" (Fuente: GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, p. 134).
Un remedio a este problema sería una especie de rueda que movería el aire para que los trabajadores no estuvieran respirando continuamente el polvo de la tela: "Algunos tienen una rueda grande a un lado del taller de cardado que hace una corriente y se lleva el polvo; pero esa rueda cuesta un montón de dinero, unas quinientas o seiscientas libras, y no da beneficios; así que pocos patronos la ponen; y me han contado que algunos obreros no querían trabajar en los sitios donde había una rueda porque decían que les daba hambre, después de que se habían acostumbrado a tragar la pelusa y que tenían que subirles los salarios si querían que trabajaran en esos sitios. Así que entre los patronos y los trabajadores, las ruedas se quedaron en nada. [...]" (Fuente: Fuente: GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, p. 134).
Por último, en la novela aparecen tres clases sociales: la alta, representada por la familia Thornton, la media, por la familia Hale, y la obrera, por la familia Higgins. Elizabeth Gaskell muestra al lector las diferencias entre ellas mediante la personalidad de los personajes, sus ocupaciones y las características de su hogar. En cuanto a las viviendas, realiza una descripción detallada de las mismas:
La casa de los Thornton: "Frente al muro a lo largo del cual discurría la calle, en uno de los lados pequeños del rectángulo, se alzaba una espléndida vivienda rematada en piedra (ennegrecida por el humo, por supuesto, pero con pintura, ventanas y escaleras impecables). Era evidente que se trataba de una casa construida hacía unos cincuenta o sesenta años. Los revestimientos de piedra, las estrechas y alargadas ventanas y el número de éstas, así como los tramos de escaleras a ambos lados de la puerta principal y protegidos con barandillas, daban fe de su época. [...] Las paredes eran de color rosa y dorado; el diseño de la alfombra representaba ramilletes de flores sobre un fondo claro, pero estaba cuidadosamente protegida en el centro por una cubierta de lino satinada e incolora. Las cortinas de las ventanas eran de encaje; las butacas y sofás tenían fundas individuales de malla o punto. Grandes conjuntos de alabastro ocupaban cada superficie lisa, libres de polvo, bajo unas pantallas de cristal. En el centro de la estancia, justo debajo de la araña cubierta con una bolsa, había una mesa redonda grande con libros de fina encuadernación dispuestos a intervalos regulares en toda la circunferencia de su superficie pulida que semejaba radios de vivos colores de una rueda. Todo reflejaba la luz, nada la absorbía. [...]" (Fuente: GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, pp. 146-147).
La casa de los Hale en Milton: "El señor Thornton conocía la casa. Había visto el anuncio y había ido a verla, atendiendo así la petición del señor Bell de que ayudara al señor Hale cuanto pudiera [...]. La casa de Crampton le había parecido perfecta. Pero al ver a Margaret, su desenvoltura y su porte distinguido, se avergonzó un poco de haber dado por sentado que estaba muy bien para los Hale, a pesar de cierta vulgaridad que le había llamado la atención cuando fue a echarle un vistazo" (Fuente: GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, p .84).
La casa de los Higgins: "Llegaron a un patio pequeño que daba a una calleja [...]" y "[...] y eso sin mencionar el confinamiento en estas casas reducidas, que basta por sí mismo para causar depresión y desaliento" (Fuente: GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, pp. 119 y 376).
GASKELL, Elizabeth, Norte y Sur, Barcelona, Alba Editorial, 2005.
MOYA, Ana, “Historia(s) de la diferencia: la novela inglesa de mujeres en el siglo XIX”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea, t.23, 2011, pp. 19-36. Disponible online en: <http://revistas.uned.es/index.php/ETFV/article/view/1572>.
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